Darse un baño en el mar Muerto, recorrer el Sahara en un ’buggy’, hacerse una foto con lotos sagrados chinos o visitar el Taj Mahal: para disfrutar de todas estas experiencias no es necesario solicitar visas ni buscar vuelos. En Rusia cada turista puede verdaderamente darle la vuelta al mundo en un solo día, ya que todas estas opciones están separadas por unas horas de camino. ¿Y cómo es eso posible?
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