Emily Mejía se encontraba trabajando en un local de Starbucks cuando su mamá pasó por el autoservicio con un pedido único: un café con leche con un ’shot’ de ’espresso’, 2 % de leche y 100 % libre de cáncer. De esta manera, le dio a entender que su hermana de 13 años se había curado de la enfermedad.
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