Misteriosamente, aparece el cuerpo sin vida de Mauro en el depósito del mercado. Hasta donde se sabía, no padecía ninguna dolencia física. Nadie sabe entonces qué pasó y tampoco parece haber rastros de algún tipo de ataque. Todos los puesteros se muestran sumamente convulsionados. Descartado el deceso por causas naturales, dos personas son señaladas como sospechosas: Katia y Lola Ambas tenían diferencias con el dueño del mercado ya que él sabía la verdad acerca de la falsa enfermedad de la hija menor de Ro
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