El tratado de las almas viejas

No me gustaría engañarte, en este vídeo no aporto ninguna solución, pero sé que cuando sabes que no estás solo, los problemas resultan más fáciles de afrontar. A muchas personas nos ocurre que esos ciclos de la vida están desalineados con sus edades correspondientes. Esto nos lleva a un choque directo con la columna vertebral de lo que significa estar integrado en la sociedad. Por algún motivo, hay personas que con diez años ya no imaginan, sino que emprenden. Con doce ya no sienten apenas pasión y contemplan. Son personas que a los treinta o cuarenta ya tienen, en el fondo de sus ojos, depositado un poso desconcertante de sabiduría. Los demás saben que algo raro pasa ahí. Algo que no saben muy bien explicar. Antes de aullar con furia porcina sobre detalles técnicos de los vídeos, te invito a que leas el siguiente decálogo: La única rebelión posible es la personal. Cuando lo acepta, ese desgraciado individuo, conocido con el nombre de hombre, arrojado muy a pesar suyo en este rincón del Universo, es capaz de sembrar al fin algunas rosas en las espinas de la vida. Soy Fabián C. Barrio, el viejo lesbiano que ulula sobre una roca en mitad del Mediterráneo. Escritor y viajero chipriota. Overlander majestuoso. Hablo para vivir. Soy el Alcalde. Yo soy: Mi Tuínster: Mi féinbus: Mi correo: yo@