Necesitamos tu ayuda si quieres que sigamos haciendo este canal. Por pequeña que sea: Número de cuenta: ES07 0081 0085 6200 0301 6410 Swift-BIC: BSABESBB Titular: Periodista Digital S.L. Concepto: Donación Paypal: -------------------- 🔔 Recuerda suscríbirte a nuestro canal y activar las notificaciones Más noticias: ➤SUSCRÍBETE a Periodista Digital en YouTube: ✔️Síguenos en Twitter: ✔️Síguenos en Facebook: ✔️Síguenos en Telegram: ✔️Síguenos en Instagram: ✔️Síguenos en TikTok: @periodistadigital No voy a repetir ese viejo refrán según el cual los niños ‘nacen con un pan debajo del brazo’, pero es mentira que la gente no tenga hijos por ‘razones económicas’. El número de hijos por mujer en Suecia es tres más reducido que el de Nigeria, país que tiene una renta per capita treinta veces más pequeña que el de las rubias nórdicas. Entre las siete naciones con más baja natalidad del Planeta Tierra están Singapur, Hong Kong, Corea del Sur, Italia y España que no son precisamente las más menesterosas. Pasamos el día alterados por el cambio climático, pero ya les adelanto que el Calentamiento Global es una coña al lado del peligro que entraña para nosotros y para la civilización el ‘invierno demográfico’. En 2050, dentro de nada, Nigeria tendrá más habitantes que toda la Unión Europea. Nuestro vecino Marruecos llegará a los 45 millones de habitantes, los mismos que España. Argelia tendrá 60 millones y el Congo pasara con creces de los 200. Si todo sigue así, antes de tres décadas, en Africa se apelmazarán -pobres, famélicas y desesperadas- unos millones de almas. El plástico es una maldición, que suba la temperatura del mar un grado parece un horror y el deshielo de los polos tiene tintes de tragedia, pero… ¿imaginan lo que pueden ser decenas, quizá centenares, de millones de desventurados empujando desde el sur para entrar en la opulenta Europa? ¿Dónde va a ir? ¿Hacia dónde mirarán los desdichados, las hacinadas muchedumbres que anhelan respirar, de las que habla el poema de Lazarus grabado en la Estatua de la Libertad? ¿Hay alguien tan ingenuo como para engañarse creyendo que se quedarán en su basurero, pasando hambre, necesidad y miserias, cuando ven cada día en sus teléfonos móviles y en las pantallas de sus televisores el brillo, el lujo y la comodidad que reina al otro lado del Mediterráneo? Ese es el gran tema de nuestro tiempo. Un asunto complicado, difícil, complejo y envenenado que ningún partido político osa siquiera plantear, porque no da réditos electorales. No hay un segundo que perder. O estructuramos un política migratoria digna de ese nombre; una política de calado, a largo plazo, con cifras, preferencias, cuotas, planes de integración, y recursos, o nos vamos todos a la mierda.
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