Las cámaras de seguridad de un hotel en Londres captaron el momento en el que un malhechor se sirve un vaso de cerveza en pleno asalto. Al ser descubierto por un empleado, el hombre dejó caer la bolsa con las botellas de alcohol que había sustraído y abandonó el hotel, pero minutos después fue detenido. Finalmente, el sujeto fue condenado a ocho semanas de prisión.
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