Hoy vamos de futbol y de cretinos. No voy a cachondearme del vodevil del beso de Rubiales y Jenny. Tampoco del grotesco Mundial 2030, que por esas majaderías a las que tan proclives son los chupones de la FIFA y los ministros de Sánchez, se disputará simultáneamente en España y en otros cinco países, cada uno en casa Dios y con Océanos por medio. Hoy toca hablar de Alfonso Pérez, nacido en Getafe hace 51 años, criado en la cantera del Real Madrid, con dos Eurocopas y un Mundial en el curriculum, al quien ahora ‘castigan’ los progres, por decir algo tan de sentido común como que Haaland, Mbappé o Vinicius deben cobrar mas que Bronze, Bonmatí o Putellas. La razón por la que las futbolistas de relumbrón perciben menos pasta que los futbolistas, como ha explicado Pérez, sólo se debe a que generan muchos menos ingresos. Es el mismo motivo por el que Kendall Jenner, la hermana pequeña de Kim Kardashian, que es la modelo más solicitada de la industria de la moda, se embolsa al año 22 millones, y el norteamericano Sean O’Pry, su equivalente varón, apenas llega al millón. Y ambos lucen palmito, promocionan ropa y se contonean sobre la pasarela. Putellas da patadas al balón, corre como un bala por el campo, regatea y marca goles. Como Vinicius. Pero el Mundial masculino de Qatar produjo millones de euros y el mundial femenino de Australia, del que España emergió campeona, dio como resultado apenas 500 millones: 14 veces menos. Esa es la cruda realidad, a la que son ajenas Yolanda Díaz alias ‘Lady Cohete’ y luminarias como la socialista Sara Hernández, alcaldesa de Getafe y los directivos del club local, que han decidido solemnemente que el estadio ‘El Coliseum’ deje de apellidarse ‘Alfonso Pérez’. La primera en reaccionar ante el despropósito ha sido, como suele ser habitual, Isabel Díaz Ayuso, quien ha utilizado su cuenta en X, para denunciar la “asombrosa dictadura de la izquierda”. Vale, pero… ¿echara para atrás el centroderecha estas arbitrariedades cuando llegue al poder? ¿Eliminara los pinganillos del Congreso? ¿Quitará las estatuas que homenajean en Madrid a facinerosos socialistas responsable de la Guerra Civil? ¿Volverá a poner las cosas en su sitio? No estoy muy seguro, pero, por si acaso, ya tengo una sugerencia y prioritaria. Aunque apenas se usa, supongo que han reparado en que -desde hace un año- la Estación de Atocha lleva el nombre de Almudena Grandes, fallecida de cáncer en 2021 y muy ‘roja’ ella. No voy a entrar en sus méritos literarios, que me parecen escasos, sino en su conducta. Almudena grandes fue aquella que en la presentación de uno de sus libros titulado ‘El corazón helado’, dijo que cada mañana “fusilaría“ a dos o tres voces que le “sacan de quicio”. La misma que afirmó que el PP, el mismo partido que votó no hace mucho en favor de darle una calle en Madrid, reaccionaba como “un terrateniente expropiado o alguien a quien le roban el bolso”, cuando perdía elecciones. La misma que escribió aquello de: “¿Imaginan el goce que sentiría la madre Maravillas al caer en manos de una patrulla de milicianos jóvenes, armados y -¡mmm!- sudorosos?”. Se refería la tipa, en ese tono palillero, a la persecución religiosa protagonizada por el PSOE y sus aliados comunistas y anarquistas durante la Guerra Civil del 36 y en la que fueron asesinados 13 obispos, sacerdotes, frailes, 296 monjas y decenas de miles de españoles cuyo único delito era ir a misa. Me da a mi que el PP, que goza ahora de mayoría absoluta en el Ayuntamiento de Madrid, podría revocar la concesión de la calle. Y de paso, ir preparando los papeles para que la Estación de Atoche se llame en el futuro Estación de Atocha. Y nada mas.
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