En 2024 algunos hacen lo mismo que con las sufragistas a comienzos del siglo XX. Por entonces, hubo un empeño en demonizar a las sufragistas en postales, cartelería o en la prensa. La campaña era desautorizarlas en sus demandas. Decir que eran ridículas, mentirosas, emocionales, malas madres o esposas, malas mujeres, viejas, y feas. Que había que callarlas y darles su merecido. Ahora, el fondo es igual solo que en un plató de televisión, un meme, un vídeo de Instagram o un mensaje en X. Nuestro periodismo es posible gracias a nuestros suscriptores. Únete a la República de Público y defiende el periodismo valiente, feminista y de izquierdas: Periodismo, investigación y compromiso para construir un mundo más igualitario. ¡Suscríbete ya a nuestro canal!: Visita: Síguenos en Facebook: Sígueno
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