Moldavia: inflación desbocada, protestas y desconcierto. Nada nuevo, dirá alguno: toda Europa pasa por lo mismo… Ahora bien, este pequeño país gobernado por una Administración furiosamente prooccidental tiene todas las cartas para no sobrevivir a la crisis: se habla, y mucho, de la anexión a Rumanía; regiones como Transnistria se miran en el espejo de Rusia; las voces disidentes son silenciadas y la sangría demográfica no se detiene... A los moldavos no les sobran razones para el optimismo.
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