Hoy, a diferencia de lo habitual, no haré hincapié en la condición de traidor de Sánchez o en la putrefacción del PSOE. Ni siquiera en lo que les exigirá en breve esa recua de chantajistas que son Junts, ERC y compañía. Hoy, vamos a hablar de gilipollas, de los incontables andaluces, extremeños, manchegos, castellanos, aragoneses, asturianos, gallegos, canarios, valencianos, baleares, murcianos, cántabros, riojanos y madrileños que, el pasado 23 de julio de 2023, votaron al PSOE o a Sumar, para que a los separatistas catalanes y a los proetarras vascos no les falte de nada. Porque ya me dirán si no hay que ser muy tonto, para facilitar que recorten tu magro presupuesto en aras de mejorar el de los facinerosos que pretenden romper España. El acuerdo entre PSOE y ERC, para que los 7 diputados del sedicioso Junqueras voten a favor de la investidura de Sánchez como presidente del Gobierno de España, incluye la condonación de millones de la deuda que arrastra Cataluña con el Estado. Ese dinero, que sale del bolsillo de todos los contribuyentes, equivalente al Presupuesto de Salud de la Junta de Andalucía para el año 2024. Con esa pasta, Castilla-La Mancha podría triplicar su número de médicos; Extremadura, el de ambulancias; Aragón, el de quirófanos y Galicia el de enfermeras. Pero no. Se va a ir a mejorar la existencia de los de Gerona, que tienen el doble de renta per capita que los de Teruel, donde por cierto hubo en las pasadas generales atrofiados que votaron al PSOE y otros que lo hicieron a Sumar. Entiendo que los ocho diputados que el falaz Page tiene en el Congreso aplaudan como focas a Sánchez, porque les va el sueldo y el de la parentela en el asunto, pero no me digan que no tiene coña que en Puertollano haya habido paisanos respaldando con sus papeletas recortes en centros de salud, menos escuelas y reducción de tratamientos contra el cáncer en Castilla-La Mancha, para que goce de un presupuesto más rumboso TV3, donde cacarean insultos como ‘Puta España’ y dan pábulo a los que etiquetan de ‘vagos’ a los andaluces y de ‘bestias tardas’ al conjunto de los españoles. Lo mismo en Ponferrada, que es mi pueblo y está hecho una ruina, donde atolondrados votaron al PSOE y a los comunistas. O La Línea de la Concepción, que sufre un 30% de paro; o Porcuna o Benavente o donde quieran, porque el sectarismo es una epidemia que afecta al cerebro. Como dice un viejo refrán agropecuario: ‘Quien tonto nace y tonto se cría, tonto se queda para toda la vida’.
Hide player controls
Hide resume playing