Se calcula que hay entre 1,600 y 1,800 millones de musulmanes en el mundo, es decir, representan el 23% de la población mundial. Un número que en el un siglo XXI en el que hay absoluta libertad de culto debería no ser trascendental. ¿Por qué entonces esta importante cantidad de musulmanes resulta amenazante para tantos gobiernos occidentales? Como en todas las religiones del mundo, en el islam tenemos distintos niveles de religiosidad, podemos encontrar jóvenes universitarios musulmanes que conviven a diario con un mundo secular porque tienen la plena intención de integrarse y aportar a la sociedad; mientras que hay otros millones de musulmanes que se encuentran recluidos en países radicales, como Pakistán o Afganistán, en donde viven bajo las más estrictas leyes del Islam sin tener contacto con nada que no sea islámico. Los gobiernos europeos no tienen inconveniente ni con los musulmanes moderados que se integran a la soc
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