El otro día, Rider Soares y su esposa decidieron hacer una excursión de un día al pequeño pueblo de Nioaque, no muy lejos de su hogar en Brasil. Allí, la pareja se detuvo en un establecimiento familiar local para tomar un bocado y estirar las piernas. Fue entonces cuando Soares notó que tenían una máquina de garras. Entonces, Soares insertó algunas monedas y se enfrentó a la máquina, poniendo su mirada en un muñeco de elefante de peluche que descansaba detrás del vidrio. Mientras tanto, la esposa de Soares registró casualmente sus esfuerzos en su teléfono. “Tuve la suerte de conseguir el elefante”, dijo Soares. Pero ese no fue el único “premio” que ganó... Música: Oneul
Hide player controls
Hide resume playing