RESISTIMOS CONTIGO, PALESTINA Palestina, Te quieren borrar, hundir en el olvido. Han cubierto tu cielo de humo negro para hacerte invisible. Quieren que no seas vista, que no se escuche tu llanto. Te han vuelto pequeña, te han robado la tierra, violado tus derechos, arrinconado. Han cerrado tus fronteras. Han ahuyentado tus palomas blancas, tu esperanza de paz, tu promesa de arco iris, la risa de tus niños. Sobre sus blandos hombros Cargas de miedo, han puesto, cambiaron por horror sus juegos: Aviones de papel, soldaditos de plomo, tanques de guerra, cobran vida en la noche, dejan de ser un cuento. Han quemado sus libros, sus escuelas. Silenciado sus cantos. Han saqueado sus casas, cerrado su horizonte. Aprisionado su alegría, Han matado su inocencia, Alambrado sus alas. cubierto sus ojos. Han cambiado su luz por vendas negras. Han sido heridos como soldados, Han asesinado su infancia y pisoteado su ternura. La bota del poder se cierne sobre ti, pequeña Palestina, en nombre de un dios, de un libro antigûo que dividió naciones y predijo el futuro . En nombre del dinero, del interés de turno, los más grandes unidos contra tí, Palestina, Para borrarte. Y nosotros acá, tan lejos… Sabemos de ti a ratos, cuando han muerto tantos Que avergüenza callar. Cuando a los medios les conviene, Cuando un valiente nos cuenta tu tortura Y luego te olvidamos, nos hacemos cómplices de tu destrucción, Palestina. Necesitas un héroe, un guerrero hecho de humanidad, que sienta como tú, que se ponga tu piel, que te defienda con uñas y dientes y corazón valiente, que devuelva tu tierra, la semilla que jamás germinó. Que ponga alas a tu libertad, cantos de amor y lucha en las bocas silenciadas. Que haga nacer espigas nuevas en tus campos y llene de aromas las cocinas, de risas los patios y ventanas, de paz el corazón de tu pueblo. Necesitas mostrarte, que se sepa de ti. Gritar tan fuerte, que no quede un rincón donde no se oiga tu voz. Que sepamos tu historia, que te miremos, que nos duelas, que suframos contigo cada dolor. Que sea nuestro cada hijo que te quita la guerra, cada madre que llora su pérdida, cada cuento que no duerme a tu luna, cada sonrisa muerta en tus amargas bocas. Te debemos las flores, Palestina, los colores. Las campanas que acalló la metralla. Los juegos que tus hombres, no jugaron de niños. Las caricias de madres truncadas por el fuego. Te debemos la luz, el canto, las estrellas. Las rayuelas no hechas, los cielos no alcanzados. Te debemos la vida, Palestina. Debes nacer de nuevo, Ser uno más. Un país soberano, con una historia y un himno, y una flor y un poeta. Con hombres y mujeres libres pariendo sueños, Con árboles naciendo y creciendo al sol, Con casas de colores y jardines y ventanas abiertas Y escuelas invadidas de voces y futuro. Ven a tomar tu lugar en el mundo. Tienes que renacer, Palestina No te dejes morir, no lo permitas… Te damos nuestra fuerza, Nuestra impotencia convertida en banderas que retomen tu lucha. Nuestros brazos unidos formando un cerco, una muralla de amor contra este odio ciego. Resiste Palestina. Desde acá, resistimos contigo. ©Texto y voz: Esperanza zc - Febrero 11 /2017 Del libro “Poemas Urgentes“ Imágen: Collage Esperanza zc© Música: Air Prelude de Kevin MacLeod está sujeta a una licencia de Creative Commons Attribution () Fuente: Artista:
Hide player controls
Hide resume playing