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El presidente de Rusia, Vladímir Putin, consuma la anexión de cuatro territorios ucranianos ocupados, ocho años después de haber hecho lo mismo con la península de Crimea y pese a la condena internacional y las nuevas sanciones que Occidente impondrá al país por este movimiento ilegal. La Sala de San Jorge del Gran Palacio del Kremlin ha sido el lugar elegido, igual que en otras grandes ceremonias. Ha sido en una ceremonia en la que Putin ha criticado duramente a Estados Unidos, a la Unión Europa y a Occidente en general a los que ha acusado de querer robar bienes ajenos, y de provocar la guerra de Ucrania al intentar imponer, como en el colonialismo, su sistema esclavista, su hegemonia antidemocrática a Rusia. Y ha asegurado que Rusia no va a ceder a la humillación, no va a obeder esas “falsas reglas“ y luchará para seguir siendo una gran Rusia, libre, en la que los valores sean el amor al prójimo. “La verdad está con noso
