Un avión fuera de servicio se transformó en una villa junto al mar gracias al promotor ruso Félix Demin. Las alas del avión se convirtieron en una terraza soleada y los visitantes pueden disfrutar de la brisa marina en Indonesia. Además, cuentan con acceso a una piscina de lujo, dos dormitorios y un salón con vistas al océano. Para llevar la aeronave a este sitio, fue necesario desmontar el Boeing 737 y luego integrarlo en el suelo para mayor seguridad.
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