Un fresco de más de 300 años de la iglesia de San Antonio de Padua, en Tenerife (España), fue cubierto con pintura blanca por el párroco del templo, Héctor Lunar Guevara, que asegura que desconocía que en el muro afectado por humedades hubiera algún tipo de pintura. La Hermandad Nuestra señora del Buen Viaje pide la expulsión inmediata del clérigo, que utilizó para su reforma pintura convencional en lugar de una protectora especial que se pudiera retirar con facilidad.
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