No podemos desearle nada bueno al desalmado que ató a Naïf por el cuello y las patas, para intentar asesinarlo de una puñalada en la nuca; se nos ocurren algunos otros buenos usos para ese mismo cuchillo. Pero hay chapuceros hasta en el ramo de los asesinos y afortunadamente, el que se cruzó con Naïf, lo era. Allí donde estés, que sepas que no eres digno del género humano y deseamos que la vida te dé con creces, todo lo que no va a poder darte la justicia. Ahora lo importante es encontrar una familia par
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