Este diálogo, se propone dar a conocer la filosofía. ¿Quiere el filósofo conocer todas las cosas? No; porque las fuerzas del espíritu tienen sus límites como las del cuerpo; y la filosofía no conseguiría su objeto, si aspirase a la ciencia universal. ¿Ser filósofo es formarse una idea general de todas las ciencias y de todas las artes? Tampoco; el filósofo sería necesariamente inferior a cualquiera sabio, a cualquier artista, versado en una sola ciencia o en un solo arte que sabría mejor que él. Pero el filósofo no debe ser inferior a nadie. ¿Cómo puede conseguirlo? Limitando, por lo pronto, su estudio a conocerse bien a sí mismo. Esta ciencia le enseñará a conocer a los demás hombres, sus semejantes; y cuando conozca bien la naturaleza humana con sus cualidades y defectos, estará en disposición de guiarse a sí mismo y de guiar a los demás. Platón (428/427-348/347) Platón nació en Atenas, probablemente el año 428 o el 427 a. c. de familia perteneciente a la aristocracia descendiente de Solón por línea directa. Su verdadero nombre era Aristocles, aunque al parecer fue llamado Platón por la anchura de sus espaldas, según dice Diógenes Laercio en su “Vida de los filósofos ilustres“. Los padres de Platón fueron Aristón y Perictione, quienes tuvieron otros dos hijos, Adimanto, Glaucón, y una hija, Potone. A la muerte de su padre, siendo niño Platón, su madre contrajo nuevas nupcias con Pirilampo, amigo de Pericles. Platón recibió la educación propia de un joven ateniense bien situado. Según Diógenes escribió poemas y tragedias. La vocación política de Platón está constatada por sus propias declaraciones, en la conocida carta VII; pero su realización se frusta por la participación de dos parientes suyos, Cármides y Crítias, en la tiranía impuesta por Esparta luego de la guerra del Peloponeso, conocida como la de los Treinta Tiranos, y que ejerció una represión violenta y encarnizada contra los lideres de la democracia. La influencia de Sócrates En el año 407, a la edad de veinte años, conoce a Sócrates, quedando admirado por la personalidad y el discurso de Sócrates, admiración que le acompañará toda la vida y que marcará el devenir filosófico de Platón. El que no estuviera presente en la muerte de Sócrates ha hecho pensar que no pertenecía al círculo íntimo de amigos de Sócrates; sin embargo, parece que sí se ofreció como aval de la multa que presumiblemente la Asamblea impondría a Sócrates, antes de que cambiara su decisión por la condena a muerte. Primeros viajes En el año 399, tras la muerte de Sócrates, Platón abandona Atenas y se instala en Megara, donde residía el filósofo Euclides que había fundado una escuela socrática en dicha ciudad. Posteriormente parece que realizó viajes por Egipto y estuvo en Cirene, yendo posteriormente a Italia en donde encontraría a Arquitas de Tarento, quien dirigía una sociedad pitagórica, y con quien trabó amistad. Invitado a la corte de Dionisio I, en Siracusa, se hizo amigo de Dión, que era cuñado de Dionisio, y con quien concibió la idea de poner en marcha ciertas ideas políticas sobre el buen gobierno que requerían la colaboración de Dionisio. Al parecer, las condiciones de la corte no eran las mejores para emprender tales proyectos, ejerciendo Dionisio como tirano de Siracusa; irritado por la franqueza de Platón, según la tradición, le retuvo prisionero o lo hizo vender como esclavo en Egina, entonces enemiga de Atenas, siendo rescatado finalmente por un conciudadano que lo devolvió libre a Atenas. La Academia Una vez en Atenas, en el año 388-387, fundó la Academia, especie de “Universidad“ en la que se estudiaban todo tipo de ciencias, como las matemáticas ,la astronomía, o la física, además de los otros saberes filosóficos y, al parecer, con una organización similar a la de las escuelas pitagóricas, lo que pudo comportar un cierto carácter secreto de algunas de las doctrinas allí enseñadas. La Academia continuará ininterrumpidamente su actividad a lo largo de los siglos, pasando por distintas fases ideológicas, hasta que Justiniano decretó su cierre en el año 529 de nuestra era. Últimos viajes En el año 369 emprende un segundo viaje a Siracusa, invitado por Dión, esta vez a la corte de Dionisio II, hijo de Dionisio I, con el objetivo de hacerse cargo de su educación; pero los resultados no fueron mejores que con su padre; tras algunas dificultades, consigue abandonar Siracusa y regresar a Atenas. También Dión tuvo que refugiarse en Atenas habiéndose enemistado con Dionisio I, donde continuará la amistad con Platón. Unos años después, en el 361, y a petición de Dionisio II, vuelve a realizar un tercer viaje a Siracusa, fracasando igual que en las ocasiones anteriores, y regresando a Atenas en el año 360 donde continuó sus actividades en la Academia, siendo ganado progresivamente por la decepción y el pesimismo, lo que se refleja en sus últimas obras, hasta su muerte en el año 348-347. Fuente:
Hide player controls
Hide resume playing