Pese a tener un empleo, más de 24 millones de mexicanos sobreviven en pobreza extrema debido a que sus salarios tienen cada vez menos poder de compra, señala el doctor David Lozano, investigador del Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la Facultad de Economía de la UNAM. Explica que los ingresos de esta parte de la población han sido afectados por la pandemia de Covid-19, los incrementos a los hidrocarburos, los aumentos a las materias primas en los mercados internacionales y las alzas de los precios de los productos de la canasta básica. Aclara que la caída del Producto Interno Bruto es anterior a la pandemia; la emergencia sanitaria lo que hizo fue acelerar el proceso de empobrecimiento económico. “La crisis ha metido a muchas familias en un problema de subsistencia. Y la pandemia lo aceleró porque muchos perdieron el empleo; otros vieron disminuidos sus niveles de ingreso para poder mantener el trabajo. La clase media, por ejemplo, perdió fuentes de ingreso (pequeños negocios, actividades come
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