Medio siglo después, las paredes de Montevideo siguen hablando del terrorismo de Estado y la búsqueda de los desaparecidos. Los locales de sindicatos y monumentos conmemoran a los mártires de la lucha obrera, mientras que un memorial en el Cerro de Montevideo recuerda a los detenidos que desaparecieron. Aunque la represión durante la dictadura fue implacable, la democracia regresó en 1985 y desde entonces se han tomado medidas para preservar la memoria. Recientemente, el hallazgo de restos óseos en el Batallón 14 de Canelones ofrece esperanzas de conocer la verdad y brindar justicia. El Estado uruguayo ha reconocido su responsabilidad y se compromete a cumplir con las sentencias.
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