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Equipo de investigación ha tenido acceso a imágenes de redadas y testimonios en exclusiva de una de las zonas más peligrosas: La Cañada Real. Allí las cámaras se han adentrado en uno de los coches usados como cundas para transportar a los drogadictos desde el centro de Madrid a por su dosis diarias. Las chabolas construidas allí son auténticos búnkers. La policía ha tenido que derribar hasta 7 puertas para adentrarse en una de las viviendas del clan de Los Gordos. Tras la operación se ha detenido a los cabecillas de la banda catalogada como organización de crimen organizado. Los cabecillas son la matriarca Adela Motos y el patriarca Juan José Hernández. Ambos en prisión en las zonas de mayor seguridad, donde se encuentran los terroristas. Pero aún sigue en la calle El Bola, su hijo, un auténtico líder que está detrás de la banda y que está en busca y captura. Aunque de él queda el rastro de las fiestas en las que ha gastado miles de euros en yates y clubes de lujo. Es el nuevo líder de un clan definido por la policía como una de las organizaciones criminales más peligrosas de España. Cuando se pregunta por el clan de Los Gordos o El Bola en la Cañada Real hay miedo y evasivas: “O te vas te aquí o nos matan“.
