Tras anunciar Rusia su nuevo sistema de pagos en rublos por el gas natural, cundió la alarma en varios países europeos, ante la negativa de sus gobiernos a aceptarlo. Desde Alemania advierten que el cese del suministro causaría una grave crisis, mientras que en Austria afirman que es imposible renunciar al gas ruso. El analista Walter Formento considera justificado exigir que el pago se efectúe en rublos y asegura que es un paso sólido ante el debilitamiento y pérdida de credibilidad del dólar.
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