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’La Nacha’ es el alias con el que fue injustamente encarcelada hace más de 50 años, por militar en el movimiento estudiantil, duramente reprimido por el Gobierno mexicano, en 1968. Ahora este nombre es la bandera de su causa. A más de medio siglo desde que fue torturada junto a miles de jóvenes, Ana Ignacia Rodríguez, la última sobreviviente de las mujeres que estuvieron recluidas en la cárcel de Tlaxcoaque, reafirma su convicción de ofrecer su testimonio para que la experiencia no se repita. En entrevista para Sputnik, ’La Nacha’ explica por qué a pesar de que es un proyecto difícil, hacer un memorial en la cárcel donde sufrió tortura, es una manera de recordarle al país que la lucha por los derechos humanos debe ser irrenunciable.
