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Sin ser funcionarios públicos; sin tener nexos laborales o económicos con el gobierno mexicano; viviendo en el extranjero y trabajando lícitamente para ganar dinero honrado y comprobable, los López Beltrán - Adams dieron a conocer las condiciones en que arrendaron la Casa de Houston, pero ¿eso les satisfará, o encontrarán aún más motivos para insistir en su “derecho a exhibir la intimidad de sus objetivos“, pero al mismo tiempo defender su derecho a ocultar la fuente de su incongruente riqueza...
