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En el año 1948, con la implantación del régimen israelí en Palestina, fueron expulsados de su tierra más de 750 mil palestinos. Para los palestinos ese año es sinónimo de Nakba, (catástrofe en español). Pero los planes de usurpación comenzaron mucho tiempo antes, a fines del Siglo 19, con la figura de Theodor Herzl, conocido como el fundador del sionismo. Este sujeto, que buscaba crear un estado propio fuera de Europa, evaluó opciones como Argentina, Alaska, Uganda… pero finalmente se optó por Palestina. Esa elección fue vista con buenos ojos por los británicos, que buscaban un “estado amortiguador en Medio Oriente” para reforzar su dominio. Además, apuntar a Palestina también se relacionaba con su ubicación: Se trata de la confluencia entre tres grandes masas continentales; Asia, África y Europa. Así, se comenzó a manipular la realidad, reemplazando en el discurso a la población autóctona con la falaz idea de un “desierto”. Algo desmentido por historiadores y expertos, que, sin embargo, sigue siendo repetido por algunos políticos en la actualidad. Lo cierto es que la implantación del régimen israelí fue precedida por el violento accionar de grupos terroristas sionistas que expulsaron y saquearon a los nativos. Una violencia que hoy también se traduce en la instalación de falacias en los medios, como afirmar que los palestinos “son un invento” o que se fueron de su propia tierra “voluntariamente”. Hablamos sobre la Nakba, su continuidad hasta nuestros días y el sueño de la liberación de esta tierra amada incondicionalmente por sus nativos, con Tilda Rabi, presidenta de la Federación de Entidades Argentino Palestinas. Los medios dominantes tal vez no tengan cura, pero al menos dudemos de aquellas “píldoras” que pretenden que consumamos.
