LA FRAGMENTACIÓN QUE DESTRUYÓ A LA IZQUIERDA 1. La izquierda europea desapareció rápidamente a partir de los años 90. Ello fue producto de una confluencia de factores entre los que destacan el final de la Guerra Fría, la concentración en manos corporativas de los medios de comunicación y la industria cultural y, finalmente, el impacto del posmodernismo corporativo. 2. El final de la Guerra Fría hizo desaparecer las expectativas de alcanzar modelos sociales alternativos. La concentración de los medios privó a los grupos de izquierda de un discurso propio y, por último, el posmodernismo corporativo arrastró a lo que había sido la izquierda a convertirse en un instrumento de las grandes corporaciones al servicio de estrategias socioculturales de control y destrucción social. 3. La relevancia que en este proceso de desaparición de la izquierda ha tenido la posmodernidad ha sido analizada por distintos autores y activistas políticos. En el caso español, ha sido de especial interés el libro “La Trampa de la Diversidad. Cómo el neoliberalismo fragmentó la identidad de la clase trabajadora”. Un planteamiento que engarza claramente con los primeros análisis marxistas del fenómeno posmoderno durante los años 80. 4. Estos análisis explican cómo la conciencia y capacidad de organización de los trabajadores ha sido sustituida por la adscripción de los ciudadanos a todo tipo de grupos supuestamente identitarios, con frecuencia enfrentados entre sí, de forma directa o latente. Esto ha llevado a muchas mujeres a ser “mujeres” antes que trabajadoras, a muchas minorías a ser LGTBI antes que trabajadores, a inmigrantes o nativos a considerarse como tales antes que trabajadores, etc. De forma que las bases de lo que fue la izquierda, directamente relacionadas con los intereses comunes de los trabajadores asalariados, se han ido fragmentando y disolviendo. 5. En realidad, el posmodernismo corporativo ha sido también una válvula de escape a corto y medio plazo para los cuadros y líderes de la izquierda, ante el vacío ideológico en el que se encontraban. Ello les ha permitido durante un cierto tiempo mantener una aparente diferenciación en base a ser más feministas, ecologistas o multiculturalistas. 6. Pero, como indica Bernabé, esto ha sido una verdadera “trampa de la diversidad”. Las deformaciones corporativas del feminismo, el ecologismo o el multiculturalismo durante las últimas décadas son precisamente eso: instrumentos de las grandes corporaciones para sus objetivos antinatalistas y de manipulación y control social. Al asumirlas, la izquierda no sólo ha aceptado perder su esencia sino que, además, se ha puesto al servicio de las estrategias más siniestras de las grandes corporaciones. Como se ha ido comprobando, los grupos políticos de derecha corporativa no han tenido ninguna dificultad para irse incorporando rápidamente a las mismas estrategias del posmodernismo corporativo. 7. Como resultado, lo que fue en su momento la izquierda europea ha perdido sus referentes básicos fundamentales y la aparente sustitución de los mismos por otros referentes posmodernos sólo les ha permitido mantener temporalmente una estrategia de diferenciación, además de haber transformado a la izquierda en un instrumento corporativo más, exactamente lo contrario de lo que teóricamente defendía. Éste es un documento elaborado por EKAI Center dentro del Proyecto GOGOZ, siguiendo la metodología de consenso HURBIL. Gracias por tu interés. Sigue con nosotros. PDF:
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