El dramaturgo Fabio Rubiano sitúa Labio de liebre en el período de la post guerrilla colombiana y deja a la vista las contradicciones de una sociedad confundida. La puesta en escena de Lucio Hernández toma de su trabajo los dilemas que surgen en los períodos de cierre de cualquier conflicto de guerrilla, y que fácilmente podemos identificar. En la obra, un asesino de guerra es benévolamente condenado a tres años de reclusión domiciliaria en un pueblo que no se parece en nada a su ciudad natal. El texto nos expone a lo ambigua que puede llegar a ser la división entre víctimas y victimarios, y la estrecha línea que existe entre la venganza y el perdón. La historia de siempre contada como nunca.
Hide player controls
Hide resume playing