Luis Carrero Blanco, presidente del Gobierno de España desde el 9 de junio de 1973, estaba destinado a convertirse en el hombre fuerte del Estado una vez que muriera Franco, pero ETA lo asesinó el 20 de diciembre de 1973. La idea inicial de la banda terrorista era secuestrarle pero el ascenso a la presidencia del Gobierno hizo suponer a ETA que incrementaría las medidas de seguridad. Siempre ha habido sospechas de si hubo otros actores implicados en el magnicidio, como miembros del franquismo interesados en que Carrero desapareciera del mapa o la CIA, dado que el atentado fue en la calle Claudio Coello de Madrid, a escasos metros de la Embajada de EEUU en España. Este caso nunca se juzgó debido a la Ley de Amnistía de 1977. Pedro Fernández Barbadillo analiza el asunto en La Inmensa Minoría, el programa que presentaba Fernando Paz en El Toro TV.
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