Maru sigue de viajera y las notas que aparecen sólo hablan de lo que quiere hacer o postales posadas de ella con funcionarios o beneficiarios seleccionados por el equipo de Comunicación Social para que “salga bonita en la foto”. Ya les decíamos en la entrega anterior que no se trata de usar “filtros” ni montar escenas o pedir a toda la burocracia que le ponga “me gusta” bajo pena de ser señalados. Es más rápido y fácil, además de que le reditúa mucho, actuar como lo hacía ella de alcaldesa: con gente real en los eventos, con guaruras vigilando, pero sin meterse y en contacto real con los ciudadanos.
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