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En la unión de acción de todos los partidos de izquierdas, sin comillas, sindicatos, colectivos de diferentes índoles, , intelectuales y ciudadanos sin filiación alguna, estuvieron a punto de torcer la voluntad del PSOE, manijero de los poderes económicos. A pesar de no contar con ningún apoyo mediático, fue el boca a boca de las gentes, las inmensas movilizaciones, los artista e intelectuales que tomaron conciencia, valientes que como el caso de Javier Krahe cayó en desgracia, como si de otros tiempos se tratara.
