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Entregar el dolor y el sufrimiento a Jesús y unirlo a los méritos de su Pasión es una actitud de fe y confianza en Dios. Para lograrlo, es importante tener una relación cercana con Él, a través de la oración, la lectura de la Escritura y la participación en los sacramentos. En la oración, podemos hablar con Dios abiertamente y compartir con Él nuestros dolores y sufrimientos. Debemos confiar en que Él nos escucha y nos acompaña en nuestros momentos de dolor, y que siempre nos ama y desea lo mejor para nosotros. En la lectura de la Escritura, podemos encontrar consuelo y fortaleza en las palabras de Jesús y de los santos. En particular, los evangelios nos muestran cómo Jesús aceptó sufrimientos y dolores en su Pasión, y cómo lo hizo por amor a nosotros y para cumplir la voluntad del Padre. Al unir nuestro dolor al de Jesús, podemos encontrar un significado más profundo en nuestras propias pruebas y sufrimientos. Finalmente, al participar en los sacramentos, podemos recibir la gracia de Dios y fortalecernos para enfrentar los desafíos de la vida. En particular, la Eucaristía nos une a Jesús en su Pasión y nos permite unir nuestro dolor al suyo. También podemos encontrar consuelo y perdón en el sacramento de la reconciliación, y fuerza y sabiduría en el sacramento de la confirmación. En resumen, para entregar el dolor y el sufrimiento a Jesús y unirlo a los méritos de su Pasión, debemos tener una relación cercana con Él a través de la oración, la lectura de la Escritura y la participación en los sacramentos. Al hacerlo, podemos encontrar consuelo, fortaleza y significado en nuestras pruebas y sufrimientos, y crecer en valor y confianza en Dios. La entrega del dolor y el sufrimiento a Jesús y la unión de estos a los méritos de su Pasión son temas que se encuentran presentes en toda la Escritura. En particular, los evangelios nos muestran cómo Jesús aceptó el sufrimiento por amor a nosotros y cómo podemos unir nuestro dolor al suyo. A continuación, algunas citas bíblicas que ilustran este tema: • “Carguen con mi yugo y aprendan de mí, que soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana.“ (Mateo 11:29-30) • “En el mundo tendrán tribulación, pero tengan confianza: yo he vencido al mundo.“ (Juan 16:33) • “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame.“ (Mateo 16:24) Algunas obras que profundizan en este tema son: • “La Pasión de Cristo según los Santos“ de Luisa Piccarreta. En esta obra se recopilan reflexiones de diversos santos sobre la Pasión de Jesús y cómo unir nuestro sufrimiento al suyo. • “El sufrimiento humano“ de Juan Pablo II. En esta obra, el papa san Juan Pablo II reflexiona sobre el significado del sufrimiento humano y cómo unirlo a la Pasión de Cristo. • “Uniendo nuestras penas a las de Cristo“ de Jacques Philippe. En esta obra, el autor ofrece reflexiones sobre cómo ofrecer nuestras penas a Dios y unirlas a la Pasión de Jesús. En resumen, la entrega del dolor y el sufrimiento a Jesús y la unión de estos a los méritos de su Pasión son temas centrales en la vida cristiana. A través de la oración, la lectura de la Escritura y la participación en los sacramentos, podemos encontrar consuelo y fuerza en nuestros momentos de dolor, y crecer en la confianza en Dios. • Como con el Dolor se Compra la Conversión de las Almas (En el Libro de Sor Faustina es taba algo) como hacer y rezar por la Conversión de las Almas o 186 Hoy, Jesús me dijo: Deseo que conozcas más profundamente el amor que arde en Mi Corazón por las almas y tu comprenderás esto cuando medites Mi Pasión. Apela a Mi misericordia para los pecadores, deseo su (93) salvación. Cuando reces esta oración con corazón contrito y con fe por algún pecador, le concederé la gracia de la conversión. Esta oración es la siguiente: o 187 Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús como una Fuente de Misericordia para nosotros, en Ti confío.
