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Es común que en la vida espiritual se experimenten momentos en los que se siente que no se avanza o que se está atascado. Sin embargo, es posible seguir avanzando en la santidad incluso en estas situaciones. A continuación, presento algunas sugerencias para hacerlo: 1. Orar y confiar en Dios: cuando nos sentimos atascados, es importante pedir ayuda a Dios en oración y confiar en que Él nos guiará en nuestro camino de santidad. 2. Pedir ayuda espiritual: buscar la ayuda de un director espiritual o consejero puede ser de gran ayuda para discernir los obstáculos que nos impiden avanzar y encontrar maneras de superarlos. 3. Practicar la humildad: a veces, nuestro orgullo o nuestra resistencia a cambiar pueden impedir nuestro progreso en la santidad. Practicar la humildad y la apertura a la voluntad de Dios puede ayudarnos a superar estos obstáculos. 4. Fortalecer la vida sacramental: participar en la Eucaristía y en el sacramento de la reconciliación de manera frecuente puede ayudarnos a recibir la gracia de Dios y fortalecernos en nuestra vida espiritual. 5. Estudiar la fe y la vida de los santos: leer la Biblia, libros de espiritualidad y biografías de santos puede ayudarnos a inspirarnos y encontrar modelos a seguir en nuestra vida espiritual. 6. Perseverar en la oración y la práctica de las virtudes: aunque nos sintamos atascados, es importante seguir adelante en la práctica de la oración y las virtudes, confiando en que con el tiempo, Dios nos llevará hacia una mayor santidad. Es importante recordar que la santidad es un camino gradual y que cada persona tiene su propio ritmo y desafíos. Lo más importante es seguir confiando en Dios y en su gracia, y perseverar en el camino de la santidad, incluso cuando sentimos que no avanzamos. Avanzar en santidad puede ser un desafío para muchas personas, especialmente cuando se sienten atascadas y no pueden avanzar en su vida espiritual. Sin embargo, hay algunas cosas que se pueden hacer para superar esta situación y seguir adelante en el camino de la santificación. En primer lugar, es importante recordar que la santidad no es algo que se pueda lograr por nosotros mismos, sino que es un regalo que recibimos de Dios. Por lo tanto, es importante orar y pedir la ayuda de Dios para avanzar en nuestra vida espiritual y ser más santos. Además, es importante reflexionar sobre nuestra vida y examinar las áreas en las que necesitamos crecer en santidad. Podemos pedir a amigos cercanos o un consejero espiritual que nos ayude en esta reflexión y nos dé consejos sobre cómo podemos mejorar. También es útil tener una rutina diaria de oración y lectura de la Biblia, ya que esto nos ayudará a mantenernos enfocados en nuestro camino espiritual y nos dará fuerza para superar los desafíos que se nos presenten. Finalmente, es importante recordar que avanzar en santidad es un proceso continuo y no algo que se logra de la noche a la mañana. Debemos ser pacientes y estar dispuestos a trabajar en nuestra vida espiritual a largo plazo. En cuanto a la bibliografía, se pueden consultar diversos libros que hablan sobre la vida espiritual y la santificación, entre ellos: • “La imitación de Cristo“ de Tomás de Kempis. • “La vida en Cristo“ de Nicolas Cabasilas. • “El camino“ de San Josemaría Escrivá. En cuanto a los ejemplos, podemos pensar en personas como los santos Francisco de Asís, Teresa de Calcuta, Juan de la Cruz, entre otros, quienes dedicaron su vida a seguir a Dios y vivir en santidad. También podemos encontrar ejemplos en nuestra vida diaria, como aquellos amigos o familiares que siempre buscan hacer el bien y vivir de acuerdo a los valores cristianos.
