LA TRAGEDIA DE LOS NIÑOS ABORTADOS (2)... El estado de los difuntos es para nosotros los vivos algo muy “confuso”. Es decir no sabemos en realidad todo lo que pasa después de la muerte. Tenemos solamente algunos atisbos, algunas ideas. Mucho de lo que se escribe acerca de la vida después de la muerte está entretejido de intuiciones, suposiciones, elucubraciones e imaginaciones. Lo que la divina Revelación nos dice es muy escueto: Al final de nuestra vida somos juzgados por Dios en su infinita misericordia, si tenemos necesidad de purificación vamos al purgatorio, si somos dignos entramos directamente al Cielo, si hemos rechazado a Dios vamos al infierno. Eso es lo esencial. Los teólogos nos ayudarán a comprender mejor cada uno de estos “estados” del alma; los místicos nos transmitirán sus experiencias que inflamarán nuestros corazones en el amor a Dios, los exorcistas nos compartirán las suyas que son realmente muy limitadas e interpretadas d
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