Muerte Colombia y la mitad del mundo permanecen con la amarga sensación de que Omayra Sánchez podría haber sido capaz de seguir viviendo después de permanecer casi 60 horas atrapada de la cabeza a los pies en medio de los escombros de Armero. Su rostro, sus palabras, y su coraje, los cuales se transmitieron en televisión a través del mundo y fueron una imagen descorazonadora en los grandes periódicos y revistas de los Estados Unidos y Europa, permanecerán como testimonio de acusación contra aquellos quienes pudieron, al menos, minimizar la tragedia. Germán Santa María Barragán en El Tiempo, 23 de noviembre de 1985 A pesar de su difícil situación, Omayra se mantuvo relativamente positiva: le cantó a Germán Santa María Barragán, un periodista que trabajaba como voluntario, pidió comida dulce, tomó soda, y accedió a ser entrevistada. En la entrevista, Omayra Sánchez había dicho sus últ
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