Miles de personas se han reunido en el Monasterio de las Cuevas de Kiev para asistir a la que probablemente sería la última misa del domingo llevada a cabo por la Iglesia Ortodoxa Ucraniana, considerada como parte autónoma del Patriarcado de Moscú. La ceremonia religiosa se produjo a pocos días de que los monjes se vean obligados a marchar del convento, su sede principal. El pasado 10 de marzo, el parque nacional Monasterio de las Cuevas de Kiev, que depende del Ministerio de Cultura de Ucrania, exigió a los monjes que abandonen las instalaciones antes del 29 de marzo.
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