Canción del disco “Perdidos en el infinito“. Venta física estatal: pablonytodisco@ Venta digital internacional: nytomail@ // LETRA: Lo siento, no puedo resumir en una canción larga la barbarie del Estado que los derechos se carga. Son tantos sus crímenes, de una forma u otra, tantos que Jeffrey Dahmer a su lado parecería un santo. Los relato y hablo de la solución urgente, por eso nos señalan como a los peores delincuentes. Llaman enaltecimiento del terrorismo a ponerlos en peligro. No, eso es cuando políticos y tertulianos mienten para perpetuar lujos manchados de sangre, amamos a sus víctimas y cada día son más. Joder, claro que nuestro odio se hace grande, ¡Pueden encerrarme, no matar mis ansias de libertad! Qué demencial, coger la libreta sabiendo que contar la verdad, aquí puede llevar al talego. Dormirse sabiendo que pueden tirar la puerta abajo por luchar pa que todos tengamos un digno trabajo. Saber que muchos han sido torturados por plantar cara ¡al reino mafioso que la tortura ampara! Por ellos y por tantos más, no renunciaré a una coma, y al fascista que no le guste, que se joda. Si quieren venir a detenerme otra vez, aquí estoy, con fe en el futuro, por los que luchamos hoy. Podrán poner las esposas mil veces a mis muñecas, ¡Pero no a mi voz, es sólo un cuerpo lo que arrestan! Aunque vengan a por las ideas que temen, porque queremos castigar al culpable, salvar al inocente. Miles de personas se han suicidado, porque las han empujado, sin techo y en la ruina del paro. Pero ni tener un curro asegura poder vivir dignamente, empeorarán las condiciones mientras no se les enfrente. Presumen de beneficios multimillonarios a costa de aumentar la miseria en los barrios y aquí no pasa nada, quieren paro masivo para tenerte más explotado, con miedo al despido. No, los inmigrantes no nos roban el trabajo, son multinacionales quienes sus países han saqueado. Nos lo roba el burgués con 12 horas de jornada, podríamos trabajar 6 y mucho mejor pagadas. Si tuviéramos el control de los medios de producción y no se quedaran la ganancia que nuestro curro generó. Repiten que velan por nuestra seguridad, y sólo aseguran la precariedad. Dicen que contra la yihad van a luchar. Mientras venden armas a Arabia Saudí y Qatar. Armando a rebeldes sirios yihadistas, como en Libia para tomar el control los necesitan. Aquí sus atentados les interesan, cómo no: si un pueblo con miedo se manipula mejor. Así desvían la atención de nuestros problemas por todos los derechos dignos que nos niegan. Así aumenta el racismo, les viene de perlas pa que no se les señale y dividir a la clase obrera. Por eso los nazis campan a sus anchas, Cuántas palizas, crímenes y amenazas, que no pagan. Ellos sí tienen libertad pa propagar su discurso, mientras antifascistas por opinar acaban reclusos. Ilegalizaron al partido comunista reconstituido, 11 años presos por militancia política, dilo. Lógico si el Estado homenajea al valle de los caídos, nos controlan y reprimen si no aceptamos el timo. Cuánto dinero público han dado, a la fundación Franco, mientras a miles de familias estaban desahuciando. Pero lo llama democracia la izquierda domesticada, a la que pa sostener al régimen, le pagan. Condenan a quienes nos saltamos su legalidad, cómodos en el Congreso, no nos representan ni lo harán. Nosotros detenidos y con juicios, ellos en platós- sin hablar claro, así el sistema no cayó. Quienes contamos lo que pasa sin medias tintas, a la Audiencia Nazi-onal, un tribunal fascista. El mismo, tribunal del orden público del franquismo. Que necesitan, para crear terror al reprimirnos. ¿Entonces de qué terrorismo hablan? Ellos son los primeros que apoyan la represión armada. Con porras y pistolas imponen la tiranía injusta, multas y más multas, si sales a gritar que no te gusta. No respetan muchas manifestaciones y huelgas, meten la droga en los barrios para que te duermas. Para que no afrontes la realidad y quieras cambiarla, no hay mayores traficantes que la pasma.
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