Días pasados Rusia anunciaba su nuevo mapa, esta vez sumando a su territorio a las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, y las regiones de Jersón y Zaporozhia. Un cambio que conoce su origen, según el analista internacional Eduardo Luque, en el golpe de Estado que tuvo lugar en Ucrania en febrero del año 2014. Este cambio de estatus de estos territorios tiene lugar además en momentos en que los líderes europeos están tomando una serie de decisiones que perjudican a su población. Esto, sumado a las recientes explosiones registradas en los gasoductos Nord Stream 1 y 2, que prácticamente revienta cualquier posibilidad de reanudación de suministro de gas ruso a Alemania; también sumado al pedido de congresistas de EEUU a sancionar a Argelia por comprar armas a Rusia, lo que condenaría a Europa a un verdadero aislamiento de esos recursos energéticos y la deja absolutamente dependiente de EEUU. Al respeto, unas recientes decla
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