Le lanzan cosas al ring como se las lanzaban a Peña Nieto al final del sexenio. Y Peña Nieto corrió a su esquina a esconderse en el cubo de agua por los ramalazos que le aplicaban los poderes de facto. Pero López Obrador no. Le pegan y lo provocan más. Intentan decirle que no tire golpes en el último round. Es una mala idea. Es alguien que ha esperado toda su vida este momento. Y no les va a dar el gusto de aflojar en el último round sólo porque es el último. Todo lo contrario. Le dan razones para buscar una nueva foto, una foto mejor, girando la cintura con el puño recto sobre la mandíbula de un enemigo que sangra desde 2018 y no ha dejado de sangrar, seis años después. Visita Facebook: Telegram: Twitter: Instagram: TikTok: @sinembargomx
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