Kamala Harris, que estaba de visita en Puerto Rico (un país que es vasallo directo de Estados Unidos), se metió en una situación tonta. Se puso a bailar y aplaudir al ritmo de la canción con la que la recibieron los nativos. Pero en realidad era una protesta. La vicepresidenta no habla español, pero al final la tradujeron y dejó de aplaudir. Según: ROKOT | TORMENTA
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