Resulta muy incómodo, incluso ofensivo, vivir en un país, España, y una Unión Europea que contempla impasible cómo se perpetra un genocidio a sus puertas, en el mismo Mediterráneo de cuya Cultura presume. Este hecho genera una impotencia que impide el descanso, un runrún de conciencia, una acumulación de culpas pequeñas que de nada sirve combatir con el “No en mi nombre”. Y se suceden las imágenes de niños y sangre, hospitales y devastación… La opinión de Cristina Fallarás en Pú Nuestro periodismo es posible gracias a nuestros suscriptores. Únete a la República de Público y defiende el periodismo valiente, feminista y de izquierdas: Periodismo, investigación y compromiso para construir un mundo más igualitario. ¡Suscríbete ya a nuestro canal!: Visita: Síguenos en Facebook: Síguenos en Twitter: Síguenos en Instagram: Síguenos en TikTok: @publico_es
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