El Futuro de la Socialdemocracia ORIGEN CORPORATIVO DEL ANTINATALISMO. EL INFORME KISSINGER. 1. Es difícil entender la disparatada evolución del corporativismo posmoderno en sus distintas variantes (posmofeminismo, catastrofismo climático, anticulturalismo) sin el trasfondo antinatalista que subyace detrás de las mismas. Y para comprender este substrato antinatalista resulta clave examinar el posicionamiento de la élite corporativa occidental durante la guerra fría. 2. Para ello, una referencia clave es el conocido como “Informe Kissinger” de 1974, con la denominación oficial de “Memorandum Estudio de Seguridad Nacional” NSSM 200. Implicaciones del Crecimiento de la Población Mundial para la Seguridad y los Intereses en el Exterior de Estados Unidos“. Fue elaborado a requerimiento del Presidente Nixon y aprobado con carácter confidencial. No fue desclasificado hasta el final de la guerra fría, en 1989. 3. Junto a otros documentos elaborados durante la guerra fría, tanto por las fundaciones de las grandes corporaciones norteamericanas como por agencias gubernamentales, el Informe Kissinger destaca como elemento central de las estrategias antinatalistas del gobierno estadounidense que han marcado el período neoliberal desde un punto de vista social y cultural. Ya hemos analizado en otros documentos el contenido de este Informe. Subrayemos ahora las conclusiones básicas que se deducen del mismo. 4. Por un lado, vemos con claridad que el origen del antinatalismo que subyace de forma permanente en las corrientes posmodernas de los últimos 50 años está en las estrategias de seguridad nacional de Estados Unidos. En concreto, en el objetivo de hacer frente a la amenaza que EEUU -en el contexto de guerra fría- veía en el crecimiento de la población de los países no controlados. 5. Por otro lado, lo que hemos venido considerando como movimientos corporativos posmodernos (posmofeminismo, posmoecologismo), se revelan con claridad en estos documentos como instrumentos para la reducción de la población. Se promueven la emancipación de la mujer, los anticonceptivos, la planificación familiar, la defensa del medio ambiente, no como medios para mejorar la vida de los ciudadanos, sino como instrumentos del antinatalismo, como medios para reducir la población. 6. El capítulo sobre “Estrategia Poblacional Global” de los EEUU del informe Kissinger evidencia que las estrategias corporativas de reducción de la población se extendieron no sólo a los países geopolíticamente “peligrosos” sino también a los países industrializados y al propio EEUU. Algo que sólo puede interpretarse dentro de las coordenadas habituales de la mentalidad aristocrática corporativa de considerar como enemiga o como amenaza a su propia población. 7. El propio informe apunta los que considera agentes claves de la ejecución de estas políticas y cuyo papel ha sido evidente a la hora de impulsar las corrientes corporativas posmodernas durante las últimas décadas: A. Las agencias gubernamentales de EEUU B. Las agencias de la ONU C. Fundaciones y ONGs 8. El informe Kissinger –junto a otros documentos corporativos o gubernamentales de EEUU- explica que –con toda probabilidad- el conjunto de las corrientes del corporativismo posmoderno –posmofeminismo, posmoecologismo, …) son en buena parte –o fundamentalmente- el producto de una estrategia de la élite corporativa occidental destinada a este objetivo de contener y reducir la población. 9. El informe no incide directamente en la protección del medio ambiente, pero no tanteo en las estrategias de “catastrofismo climático” que se pondrán en marcha también en esa época. Ésta fue tarea fundamentalmente del Club de Roma, creado por el grupo Rockefeller, del cual cual dependía también el propio Kissinger. 10. En último término, el informe Kissinger nos revela hasta qué punto la reducción de la población ha sido un objetivo estratégico clave para la élite corporativa occidental. Un factor clave a tener en cuenta a la hora de interpretar una buena parte de las disparatadas políticas públicas occidentales que, finalmente, han ido colocando a Europa y EEUU al borde del desastre. 11. A partir de los años 70, los grandes inversores occidentales, y los distintos agentes indicados en el propio informe Kissinger (agencias del gobierno de EEUU y de la ONU, fundaciones corporativas, ONGs) consiguieron efectivamente implantar el antinatalismo en la cultura y en las políticas públicas de Occidente, combinando al hacerlo objetivos corporativos de rentabilidad económica y de poder político. Un antinatalismo que ha impregnado Europa y Estados Unidos de forma creciente hasta el momento actual. Éste es un proyecto de EKAI Center sobre EL FUTURO DE LA SOCIALDEMOCRACIA. Gracias por tu atención. Sigue con nosotros. PDF:
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