– Ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo... … su padre lo vio y sintió compasión por él, y corrió, se echó sobre su cuello y lo besó. –Padre, he pecado contra el cielo y ante ti; ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo. –Pero el padre dijo a sus siervos: “Pronto; traigan la mejor ropa y vístanlo; pónganle un anillo en su mano y sandalias en los pies. Porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido hallado. … Y comenzaron a regocijarse. LUCAS 15:11–32.
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