El concierto de Raphael en Vigo tuvo un componente especial con respecto al de los otros recitales programados en Castrelos. La lluvia, tan añorada en la ciudad olívica y en el resto de Galicia, amenazaba el directo del emblemático artista jienense. A solo unos kilómetros de la urbe gallega, Vilalba se quedaba sin Beret, que mañana actuará en A Guarda. Fuentes municipales señalaban a este diario que la cita del de Linares se mantenía. Las previsiones eran halagüeñas, aunque minutos antes de las 22:00 horas un inmenso nubarrón negro envolvía el escenario del auditorio al aire libre vigués. El cielo deslucía un concierto en el que había sillas vacías en la platea y un pasillo vacío en las gradas, justo el que se encuentra por detrás de la torre de sonido. Seguir leyendo: *** Conecta con nosotros: htt
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