REVALORIZACIÓN DEL TRABAJO DOMÉSTICO 1. La minusvaloración del trabajo doméstico ha sido quizás el error más grave de Occidente durante las últimas décadas, con repercusiones sociales y económicas de importancia histórica. Es urgente plantearse, por lo tanto, qué vías de trabajo deben adoptarse precisamente para conseguir cuanto antes revalorizar el trabajo doméstico. 2. En una primera aproximación, podemos apuntar las siguientes líneas de actuación: - Revalorizar social y mediáticamente la importancia e interés social del trabajo doméstico - Asunción por la clase política y los responsables políticos del trabajo doméstico a un nivel equivalente al del trabajo asalariado o profesional. - En este sentido, establecimiento de un sistema de contabilidad nacional que permita valorizar social y políticamente el esfuerzo dedicado al trabajo doméstico por el conjunto de la sociedad - Asegurar que el régimen económico del matrimonio reconoce e incentiva suficientemente el esfuerzo realizado en el trabajo doméstico - Posible extensión al cuidado de los hijos de las ayudas destinadas al cuidado de personas dependientes - Tratamiento justo, favorable y suficientemente atractivo para el régimen laboral de jornada parcial - Contención y reducción progresiva del tiempo de trabajo para ambos sexos 3. Se trata de una enumeración inicial de posibles vías de actuación cuya viabilidad y posible alcance nos proponemos analizar, tanto desde una perspectiva técnica como política. 4. En conjunto, se trata de distintas medidas destinadas a generar una mayor disposición de tiempo libre, una revaloración sicológica y social del trabajo doméstico y una mayor compensación económica por esta modalidad de trabajo. 5. La revalorización del trabajo doméstico no es una tarea sencilla. Aunque medidas de pequeño alcance puedan ser relativamente accesibles, resultan claramente insuficientes ante la enormidad del reto que, en este sentido, afecta al conjunto de Occidente. Un reto que requiere medidas decididas y ambiciosas si queremos evitar el desastre humano, social y económico al que nos está conduciendo la actual minusvaloración del trabajo doméstico. 6. Estas medidas decididas y ambiciosas requieren un reposicionamiento, en primer lugar, de los responsables políticos. Y este reposicionamiento les sitúa ante un contexto de cultura y valores aparentemente no propicio para este tipo de políticas. 7. Aparentemente, esto nos llevaría a recomendar comenzar el trabajo por estrategias dirigidas a mentalizar a la opinión pública antes de plantear otro tipo de medidas. Sin embargo, una posible campaña mediática al respecto podría suponer un choque frontal con la cultura dominante que, por absurda que resulte, puede ser emocionalmente contraria al propio concepto de revalorización del trabajo doméstico. 8. Sin embargo, medidas concretas de tipo estadístico o económico pueden resultar en sí mismas difíciles de cuestionar y de gran atractivo para amplios colectivos de personas. En este sentido, políticamente atractivas. La labor de mentalización de la opinión pública es de una importancia fundamental, pero puede probablemente abordarse por vías indirectas, evitando un choque mediático o publicitario excesivamente repentino. Este documento es parte del proyecto de TEKUM sobre CONCILIACIÓN Y CUIDADOS. UN RETO ESTRATÉGICO. Gracias por tu interés. Sigue con nosotros. PDF:
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