Después que lloraba por supuestos problemas de salud mientras estaba detenido por su vinculación con los asesinatos ocurridos durante el golpe de Estado de 2002, ahora el “súper agente cachón“ Iván Simonovis intenta vender como un “héroe invencible“. Cuando estaba preso, cual cobarde lloraba por una supuesta osteoporosis que, según él, casi lo mataba. Ahora, después de su huida a Estados Unidos y de verse la frondosa cornamenta, asevera que es un gran detective que “maneja inteligencia“ para derrocar al Gobierno Revolucionario. Sin duda, soñar es gratis.
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