“Mamá, se me ha roto la fuente, estoy yendo a la clínica en un taxi“, le avisó el miércoles por la tarde Gabriela Sevilla a su mamá Rina Torello. La mujer, de 30 años, estaba a punto de parir, pero nunca llegó al hospital. Recién la encontraron este viernes, herida, golpeada y sin Martina, el nombre que había elegido para su hija.
Hide player controls
Hide resume playing