¿Se imaginan que palabras como “tortillera“, “maricón“ o “mongolo“ apareciesen en los libros de texto de nuestros hijos, fuesen divulgados por el profesorado en las aulas y normalizados por la mayoría de la sociedad? ¿Términos que señalan despectivamente a una minoría por tener características diferentes? Pues esto está ocurriendo en los Centros de Enseñanza de España con el término NEGACIONISTA, el cual surgió en los años 50 para denominar a las personas que negaban el HOLOCAUSTO y que hoy en día ha sido recuperado para señalar a cualquiera que cuestione los dogmas cientificistas.
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