Decenas de personas protestaron el 12 de noviembre en Westzaan, al norte de los Países Bajos, por la llegada de Sinterklaas, la versión neerlandesa de Santa Claus, y su ayudante ’Pedro el Negro’, mientras los residentes se reunían para celebrar la tradición. Activistas salieron con pancartas en las que se leía “Respeta el cambio positivo“ y “Los niños negros importan“, entre otras, mientras gritaban consignas que denuncian lo que califican de ’tradición racista’. Fuerzas policiales fueron desplegadas para separar el acto de la protesta. Un residente de Westzaan defendió el acto diciendo: “Esto es parte del pueblo, aquí es donde crecimos, los niños que están aquí recordarán esto el resto de sus vidas. Y no es racista en absoluto, es una tradición“.
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