Una mujer quería comprar agua en el ‘duty free’ del aeropuerto de Fiumicino, Italia, pero asegura que no se la vendieron porque tenía pasaporte ruso. A pesar de que Anna Larina denuncia que lleva 10 años viviendo en Italia, tiene permiso de residencia y paga los impuestos correctamente, asegura que no tiene los mismos derechos que otros residentes. La autoridad aeroportuaria se disculpó más tarde en los comentarios de su video publicado en redes sociales.
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