SINOPSIS Los chips alimentan las últimas tecnologías. Su demanda ha ido en aumento, pero los lugares donde se fabrican son muy escasos. Solo unos pocos países tienen el conocimiento especializado y la capacidad para producir chips de última generación. El 63 % se hace en Taiwán. Conscientes de su dependencia del exterior, Estados Unidos y Europa han lanzado a una carrera contrarreloj para producir sus propios chips y controlar una parte de la industria mundial. La empresa TSMC ha construido un imperio de gigantescas fábricas en Taiwán y ahora tiene el poder de paralizar el mundo. Sus fábricas son impenetrables. La comunicación de la empresa es estricta: nada de entrevistas con empleados ni imágenes del interior. En Asia, Europa y Estados Unidos, la guerra de los chips no ha hecho más que empezar. Porque los microprocesadores son ahora la principal materia prima de nuestras vidas conectadas.
Hide player controls
Hide resume playing